Por desgracia es muy extendida la idea errónea preconcebida de que es normal que un gato vomite con cierta frecuencia. La gran mayoría de las veces se acusa sin fundamento a las recurridas bolas de pelo: “Mi gato vomita pero lo normal, por las bolas de pelo…” solemos escuchar muy a menudo en las consultas los veterinarios especialistas en gatos.
Las bolas de pelo pasadas por alto y la malta que se da en estos casos, causan miles de muertes de gatos al año.
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Buena parte de responsabilidad la tiene el veterinario. Antaño los propios veterinarios creíamos que eran las bolas de pelo las causantes de los vómitos en el gato. La realidad actual es que bajo este mantra del subconsciente se esconden multitud de problemas y enfermedades de distinta naturaleza que afectan a nuestros gatos.
Los gatos son especialistas en camuflar y esconder los síntomas de enfermedad y el vómito es uno de los más comunes. El desconocimiento de los síntomas de enfermedad del gato y su reconocimiento tardío también pueden perjudicar al gato. Por este motivo trataremos de poner nuestro granito de arena y arrojar algo de luz al respecto. Con que consigamos ayudar a un solo gato “vomitador” persuadiendo a su cuidador para que acuda al veterinario ya nos damos por satisfechos.
El misterio de las bolas de pelo (tricobezoares)
El aparato digestivo de los felinos está evolutivamente adaptado a la ingestión y eliminación de pelo. Proviene de sus presas (roedores por ejemplo) y del propio del animal que es ingerido durante su aseo. El gato es un felino cazador, dedica horas al día a mantener su pelaje en condiciones óptimas. Eso sumado a que su lengua tiene gran cantidad de espículas rugosas hace que ingiera pelo con regularidad.
En condiciones normales ese pelo es eliminado en las heces sin problema alguno. Si vomita con frecuencia y en el vómito suele haber pelo existe una alteración generalmente debida a dos causas:
1. El gato ingiere más pelo de lo normal: Gatos que se acicalan más de lo habitual. Bien por problemas de comportamiento (estrés), bien por dolor, bien porque tienen prurito (picor), síntoma muchas veces de parásitos (pulgas), alergias, etc…
2. El gato no elimina el pelo que ingiere: Gatos que padecen diversas enfermedades digestivas (ver más abajo) que afectan a la motilidad intestinal. El intestino no funciona como debería y por tanto el pelo se acumula. Esta situación es muy frecuente en nuestra experiencia.
Algunas preguntas a hacerse si aún crees que tu gato vomita por culpa de pelo…
- Cuándo mi gato vomita… ¿siempre –o casi siempre- vomita pelo?
Si no vomita pelo o rara vez lo hace… ¿Por qué pensar que el problema es el pelo?
- ¿Existen otros síntomas asociados?
Si existen otros síntomas (pérdida de peso, anorexia, apática, diarrea…), el pelo tiene poco que ver. - Si tenemos dos gatos… ¿vomitan los dos o solo uno de ellos?
Si fuera por el pelo vomitarían los dos ya que ambos tienen pelo y se asean ¿no? Nota: si vomitan los dos gatos no hay un problema sino dos!!
Un ejemplo: Si mi gato de 10 años vomita 1 vez por semana su comida (o liquido) sin pelo la mayoría de veces y parece que ha podido perder algo de peso, entonces el pelo no tiene nada que ver, mi gato tiene un problema y el vómito es síntoma claro de enfermedad.
Mi gato es que vomita porque come con mucha ansia…
Esta es otra versión del mito de que los gatos vomitan de forma «natural».
En algunos casos puede ocurrir que el gato tenga un apetito voraz o esté incrementado (polifagia) por diferentes motivos (incluidas diferentes enfermedades) Es en estos casos puede que
vomite el pienso al poco de comer. En realidad se trata más bien de una regurgitación más que un vómito. El pienso sale sin digerir de forma pasiva (sin arcadas). Puede ser un signo de enfermedad como por ejemplo en diabetes. También está relacionado en algunos casos con estrés/ansiedad y competitividad entre gatos a la hora de comer. Es aconsejable en estas situaciones dar pequeñas cantidades de comida muchas veces al día. Podemos ayudarnos de algún comedero interactivo de los disponibles en el mercado.
La malta mata miles de gatos al año.
La malta es un laxante suave que por desgracia se administra de forma habitual en gatos que vomitan (tenga pelo o no el vómito).
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Mi gato intenta expulsar el pelo pero no lo consigue
Es frecuente que los propietarios nos consulten que el gato trata como de expulsar una bola de pelo sin lograrlo. El animal suele estirar el cuello, inclina
la cabeza hacia abajo y sufre como espasmos como si quisiera echar algo.
En estas ocasiones muchas veces no son problemas digestivos sino respiratorios. El animal al toser da la sensación como si quisiese expulsar una bola de pelo que tuviese “atascada”. Es conveniente acudir a la clínica para investigar el problema de toses, dar con el diagnóstico correcto y de este modo tratarlo adecuadamente. Es necesario diagnosticarlos para tratarlos y evitar que se pasen toda su vida con ese problema y vaya a peor.
Cuando debemos preocuparnos si el gato vomita
Debemos de preocuparnos en los siguientes casos:
- Mi gato vomita con regularidad, sobretodo si es más de 1 vómito al mes aproximadamente.
- La frecuencia de los vómitos se ha visto incrementada.
- Si vomita varias veces seguidas en un mismo día o en días sucesivos.
- Si el gato nunca había vomitado antes y comienza a vomitar de vez en cuando.
- El animal tiene otros posibles síntomas de enfermedad: apatía, pérdida de apetito y/o de peso, diarrea, orina/bebe más, etc.
- No sabia que la malta es asesina (para saber porqué pincha aquí) y le he dado malta a mi gato pensando que podían ser bolas de pelo pero sigue vomitando.
En todos estos casos es recomendable acudir a la clínica lo antes posible.
Bien, ya tengo claro que los vómitos de mi gato no son normales y tampoco se deben a las bolas de pelo pero entonces…
¿Cuál es la causa de los vómitos de mi gato?
Existen multitud de enfermedades que pueden causar vómitos crónicos o intermitentes en un gato. Citaremos las más frecuentes dividiéndolas en causas digestivas y causas no digestivas y daremos algunas pinceladas acerca de su diagnóstico. Son todas enfermedades frecuentes en gatos y muchas de ellas se pueden detectar a tiempo con los chequeos rutinarios que se recomiendan.
1. Causas digestivas:
- Infecciones: Existen diversas infecciones que afectan al intestino y pueden dar vómitos como síntomas: virus, bacterias, parásitos… Entre las más frecuentes destaca la Giardia, un parásito protozoo de los que no se suele desparasitar de forma rutinaria. En estos casos las heces del gato suelen ser de vez en cuando algo pastosas o con poca consistencia. Es frecuente que además huelan especialmente mal.
- Hipersensibilidad alimentaria/Alergía alimentaria: En estos casos los vómitos están relacionados con uno o varios ingredientes de la dieta. Se recomienda hacer una dieta de exclusión con un pienso hipoalergénico de proteína hidrolizada o novel durante 2 meses de forma estricta aunque la mayoría de las veces el efecto se aprecia antes.
Enfermedad inflamatoria intestinal (IBD): Se trata de una inflamación severa del intestino de origen desconocido en la cual pueden intervenir muchos factores. La sospecha se tiene mediante ecografía al observar engrosamiento de las capas intestinales y el diagnóstico definitivo es mediante biopsia de ese intestino.
- Linfoma intestinal: Es un tumor que afecta al tejido linfático muy presente en el intestino. Es el tumor más frecuente en gatos. Es indistinguible de la IBD salvo por las biopsias que nos dan el diagnóstico definitivo. Existen principalmente dos tipos los de células grandes más agresivos y con peor pronóstico y los de células pequeñas menos agresivos y de mejor pronóstico. Por suerte los de células pequeñas son mucho más frecuentes que los primeros y el gato con un buen diagnóstico precoz puede disfrutar de una excelente calidad de vida incluso durante años.
- Pancreatitis: La inflamación del páncreas del gato es un proceso doloroso en el que pueden presentarse vómitos intermitentes. Su diagnóstico es relativamente complejo basándose en análisis de sangre, ecografía y en última instancia biopsias para poder llegar a un diagnóstico definitivo.
- Colangitis/Colangiohepatitis: Es la inflamación de las vías biliares del animal con afección en ocasiones del propio hígado. Muchas veces hay un componente infeccioso asociado que es necesario determinar. El diagnostico se basa en análisis de sangre, ecografía, cultivo de bilis y en última instancia biopsia para el diagnóstico definitivo.
En el gato ocurre la particularidad que por su anatomía a nivel digestivo puede presentar más de una de estas enfermedades (IBD, pancreatitis, colangitis/colangiohepatitis). Cuando se afectan los tres órganos (intestino, páncreas e hígado) se denomina “triaditis”. Es importante el diagnóstico preciso de estos procesos típicamente felinos de cara a un mejor pronóstico.
2. Causas no digestivas:
- Enfermedad renal crónica: Es la enfermedad más frecuente en gatos . 1 de cada 3 gatos a partir de 10 años y 1 de cada 12 a partir de 15
años la padecen. Cuando esta silenciosa enfermedad avanza el riñón no puede eliminar a través de la orina productos tóxicos de deshecho como la urea. Esto origina irritación gástrica y nauseas en el gato que termina por vomitar, al principio de forma intermitente y después más continua. Se diagnostica mediante análisis de sangre y una vez detectada se complementa el examen con análisis de orina y ecografía ya que existen diversas causas que la pueden originar.
- Hipertiroidismo: Se trata de una alteración hormonal también frecuente en gatos a partir de los 7 años. Se produce un exceso de hormona tiroidea que hace que el gato pueda vomitar entre otros síntomas como la pérdida de peso con buen apetito. Se diagnostica mediante análisis de sangre entre otras posibles pruebas diagnósticas.
- Diabetes: Es otra enfermedad frecuente en gatos a partir de cierta edad. Hay un problema con la insulina que regula el nivel de glucosa en sangre y uno de los síntomas pueden ser vómitos intermitentes acompañados de otros como aumento del apetito, beber y orinar más a menudo, etc… Se diagnostica mediante análisis de sangre y de orina.
Si la presentación de los vómitos es aguda es decir, nuestro gato jamás había vomitado y de forma aguda ha comenzado con varios vómitos en un mismo día o días sucesivos deberíamos añadir otras posibles causas de vómitos agudos: ingestión de cuerpos extraños (cuerdas…), intoxicaciones (plantas…), etc… En estos casos como es lógico la atención veterinaria se hace más urgente si cabe.
Consideraciones finales
Esperamos haber logrado desmitificar el papel de las bolas de pelo en los vómitos del gato. Si tu gato vomita de forma regular o intermitente es muy probable que no esté relacionado con las bolas de pelo y padezca alguno de estos procesos (o algún otro).
Contacta con nosotros para concertar una cita presencial o hacer una videoconsulta de segunda opinión y estaremos encantados de ayudarte a saber por qué vomita y cuál es la solución, tu gato te lo agradecerá.
Es importante recordar también que dada su habilidad para esconder los síntomas es de vital importancia en gatos realizar un chequeo completo anual adaptado a la edad del mismo. De este modo detectamos los problemas más frecuentes en cada etapa de edad lo antes posible, mejorando así su pronóstico.